Mamá, mamá, ¿para que sirve la geología?

Hoy vamos a hablar del metro de Madrid. Sí, del metro de Madrid. Y, en concreto, de cómo no tener en cuenta la importancia de la geología ha provocado una hecatombe continua en algunas de las estaciones de la línea 7 a la altura de San Fernando de Henares.

Hace unos meses, y antes de que el coronavirus lo abarcara todo, (si, vamos con retraso), los medios se hicieron eco de esta noticia que traía la geología al primer plano de actualidad, donde se comenta cómo las prisas electorales llevaron al gobierno regional a no esperar a los informes geológicos. Dejando la noticia y el amplio mundo de la red para indagar más sobre las pesquisas políticas, centrémonos en los que nos interesa: ¿Qué pasa bajo nuestros pies para que los túneles del metro se vengan abajo? Veamos la geología del lugar:

Captura del visor online del mapa geológico de la zona de San Fernando de Henares (Cartografía Magna del IGME)

Como se puede observar en el mapa geológico, las litologías (es decir, tipo de rocas) predominantes en la zona son carbonatos, arcillas y yesos. Éstos se depositaron en un ambiente de tipo lago salino en el Mioceno medio. El problema viene precisamente de los yesos y de cómo se comportan con respecto al agua subterránea. Cuando los yesos no están karstificados se comportan como un acuitardo o acuífugo, es decir, que pueden contener algo de agua pero no la transmiten, y la capa actúa como un “impermeable”. Pero, si se karstifican (se van formando grietas y cavidades por la disolución del yeso), éstos sí que pueden albergar y conducir muchísima agua.

Los yesos de la zona eran del primer tipo, prácticamente impermeables, y el agua que los rodeaba estaba completamente saturada en sales (debido a la cantidad de tiempo que llevaba sin moverse), por lo que no había peligro de que estos materiales se disolvieran. Pero, ¿qué pasó cuando se construyó el túnel del metro? Que también se construyó un pozo para sacar el agua del túnel, cometiendo el error de hacer una galería no estanca. Esta galería, con el tiempo, se agrietó permitiendo la entrada de más agua, por lo que el pozo empezó a comportarse como una galería de extracción de agua continua.

Esto provocó lo que en hidrogeología se conoce como un “cono de bombeo” (porque alrededor del pozo se forma un cono donde el nivel piezométrico está más bajo) y el agua saturada en sales empezó a salir por allí. Cuando este cono fue haciéndose más y más grande terminó alcanzando el río Jarama, un río con aguas que llevan muy pocas sales disueltas y que, por tanto, tiene una alta capacidad para disolver/karstificar los yesos. En el momento en el que se produjo la conexión, el agua del río Jarama empezó a circular por el subsuelo en dirección al túnel y su paso por los niveles de yesos y halita (sal) dio lugar a un proceso de disolución brutal, formando una red de cuevas y canales subaterráneos que ahora conectan el río con la línea 7 del metro.


Dibujos esquemáticos simplificados del antes y el después de la construcción de la línea de metro. La geología no representa un corte geológico real del subsuelo.

La pregunta del siglo es: ¿pero esto tiene solución? Y la respuesta amigos, es que malamente. A la escala a la que estamos hablando, el río lleva 10 años comportándose como una fuente de agua infinita, impidiendo que este proceso pare. Los túneles se inundan continuamente y la formación de las cuevas subterráneas está empezando a dar lugar a procesos de subsidencia en pleno casco urbano, por lo que la alarma entre la población es más que entendible. Todo ello sumado, por supuesto, a las numerosas pérdidas económicas que conllevan los continuos parones en la línea de metro para su reparación. Pero eso se lo dejamos a los expertos que están trabajando en ello y que seguro saben muchísimo más.

Así que amigos, si alguien os pregunta para qué sirve la geología, aquí tenemos un claro ejemplo sobre las consecuencias que puede traer para el bolsillo y la seguridad de todos el no hacer caso a los geólogos. ¡El río Jarama formando parte de la red de Metro de la ciudad de Madrid!

Espero que os haya parecido interesante. ¡Un saludo a todos!

PD. Que no falten los agradecimientos a aquellas personas que me han ayudado a documentarme sobre el tema y a mis amigos Cyn y Raúl, mi consultorio de hidrogeología favorito.

Puedes encontrarme también en el instagram @OhMagmaMia

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